martes, 21 de enero de 2014

Alas. cap 2

Al cerrar detrás de mí la puerta de casa un enjambre de fantasmas del pasado comenzó a vagar por mi mente haciéndome de nuevo sentir esa angustia y gritos ahogados en mi interior, en silencio, dispuesto a estallar en cualquier momento.
En cuanto mi madre se percató de que había llegado comenzó a llamarme a gritos desde la cocina. Suspiré hondo para mantener la calma y comencé a avanzar con decisión hacía las puertas de mi infierno diario. Estaba sentada en la mesa con los brazos cruzados a la altura de pecho con su tan típico gesto de superioridad y desafío.

-Han llamado del instituto- me miró con esa dureza con la que lo había hecho tantos años y que ya había dejado de tener algún efecto sobre  mí – dicen que llevas faltando mucho tiempo y que tus notas han bajado considerablemente- esto último lo resaltaba con un tono burlesco que resultaba enfermizo. Hizo que me encendiera.


-Tú no sabes nada- cada palabra salía de mis labios como cuchillos, iba a continuar cuando ella se levantó desafiante.

- A mí no me hables así, soy tu madre-  mi paciencia comenzaba a resquebrajarse- ¿se puede saber qué haces?¿por qué faltas?- suspiró - ¡ te da todo igual ! No te esfuerzas. Estás tirando tu vida por la borda ¿Por qué? ¿Por preferir estar pegando saltitos por la ciudad? - ese tono despectivo fue la gota que colmó el vaso- ¡Dímelo, estoy ya cansada de tus tonterías!.

Estaba a punto de liarme a golpes con todo, de gritarle que se callara, que me tenía harto , la rabia se removía como un huracán por todo mi cuerpo, pero lo mejor que podía hacer era irme, si cedía a mi cabreo temía lo que podría llegar a pasar ,así que le di la espalda y me encerré en mi cuarto. La radio estaba encendida:



<<Dónde estabas tú cuando el dolor se pintó de ocre, cuando aquel profesor frustrado me llamó mediocre, cuando pedí prestado hasta para un café en noches bohemias... cuando vi aparecer sombras en el pasillo y sufrí insomnio discutiendo con mi ángel , mi demonio. Dónde estabas tú en aquel dilema dime dónde estabas cuando la ansiedad me ahogaba, cuando cada pensamiento provocaba  arcadas y temblaba cada poro de mi piel sin nadie que me abrazara y me dijera “tranquilo todo irá bien”>>(1)

La apagué y me metí en la cama. Abracé la almohada con todas mis fuerzas y comencé a llorar. No aguantaba más. Estaba empapado pero me daba igual , me daba igual, mojarlo todo, ponerme enfermo o caer en un profundo coma...
Todo mi cuerpo temblaba, tenía tanto frío que nada hubiera sido capaz de hacerme parar. Hundí la cara en la almohada, no quería que mi madre me escuchara. Sentía  tan dolor que  me sentía morir a cada lagrima .De nuevo me venía abajo y todo mi mundo se hundía conmigo en una oscuridad que parecía absorberlo todo. Mi mente se apagó por completo.

Cuando el primer rayo de luz se coló por el estrecho margen que había entre la persiana y el umbral de  la ventana dio de lleno en mi rostro. Un olor a tierra mojada llenó mis pulmones sintiéndola fresca y acogedora y en medio de mi éxtasis de tranquilidad un picoteo en la persiana me sacó de ella.

Me incorporé despacio mientras el picoteo seguía de forma insistente ahora seguido de un piar. Cuando subí la persiana encontré tras ella a un extraño pájaro, no sabría definir a que raza pertenecía porque parecía una mezcla de  muchas. Sus plumas eran verdes, azules celestes, marrón chocolate y blancas  fusionándose unos con otros creando un plumaje multicolor  bastante exótico, su pico era corto y algo ancho y su cabeza bastante redondita. Él aprovecho que estaba exhorto mirando a su ala derecha que parecía estar rota y  se  metió dentro de mi cuarto .

Empezó a pegar saltitos por el escritorio hasta que llegó una de mis estanterías y entonces empezó a picotear en la cubierta de un libro. Intenté espantarle para que saliera por donde había entrado pero él volvía una  y otra vez a la estantería, picoteando  el libro y piando mientras me miraba. Parecía querer decirme algo.

Me acerqué  solo por curiosidad para ver qué libro estaba picoteando. Lo saqué de la estantería y al hacerlo algo dorado brillante cayó de entre sus hojas pasando ante mis ojos casi a cámara lenta. Jamás había visto algo así en toda mi vida.


1 Letra de la canción Ni estabas ni estarás de Nach.

4 comentarios:

  1. Joder!!!! quiero saber que era eso dorado!!!! jajaja quiero el capítulo 3 ya xD

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    1. jajajaja hice el corte justito para dejar con la intriga. Tendrás que esperar a la semana que viene para poder saber XD, no te defraudará, estoy segura

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